Hoy ha sido mi último entreno antes de la cita de mañana. La verdad es que el duatlón de mañana no me pega nada ya que voy muy poco preparado en la bici, pero no hay excusas. Una vez que he tomado la decisión hay que darlo todo.
Como cada día, hemos dado la vuelta a la Grajera, pero esta vez soltando piernas de verdad. Ritmo relajado, viendo el paisaje, disfrutando de los olores más fuertes que nunca gracias a la humedad que existía por la lluvia caída días atrás. Diego y yo hemos salido cinco minutos antes que Pedro y Andoni GT, por primera vez en mucho tiempo hemos parado a estirar un rato a mitad de recorrido y, mientras tanto, una situación curiosa nos llamaba la atención. Una pareja de franceses de unos setenta y tantos pasaban junto a nosotros, se estaban haciendo el Camino de Santiago. Nos sorprende la pausa, la tranquilidad que tienen, la gran felicidad que nos transmiten simplemente mirándonos. Diego y yo nos miramos y le digo "quién pudiera hacer lo mismo que ellos, fíjate que no tienen prisa por nada".
Nos despedimos, seguimos adelante y nos alcanzan nuestros socios de carrera. Seguimos de forma muy pausada hasta el Ferrer Sport Center. Nada más llegar, pregunto por un nuevo producto que hemos traído para poder correr llevando el móvil, las barritas energéticas, las llaves, etc. Lo cojo, lo lleno de todo tipo de cosas y me marcho a seguir trotando un poco. Menuda pasada, puedes ir con todo lo que quieras y ni te enteras que llevas nada encima.
Os dejo unas fotitos para que veáis que pasada.
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