Comienzo a tener buenas sensaciones y muchas ganas de correr el duatlón de Logroño. En primer lugar, porque lo corro en casa y, en segundo lugar, porque después del test que hice el sábado pasado del duatlón de Galilea creo que, al menos, lo haré bien.
Esta vez lo va a correr conmigo mi hermano Diego. La verdad es que me hace mucha ilusión recordar aquellos años en los que, junto con mis hermanos, nos recorríamos media España en bicicleta. Diego va como una moto, estoy convencido que en la carrera a pie va a salir conmigo y ojo!!! que puede dar una agradable sorpresa.
Esta vez estaremos Diego y yo en la salida pero en breve tendremos un nuevo acompañante, mi hermano Pedro. El día que estemos los tres en la salida de algún duatlón será uno de los días más bonitos para mi, será como recordar aquellos viejos tiempos de deporte de competición, pero ahora llevado al deporte popular.
Esta semana he entrenado fuerte y hoy tocaba un día un poco más suave. Hemos cogido nuestras bicis y nos hemos ido a dar la vuelta a Sorzano. Pedro, Diego, Andoni GT y yo nos hemos dado una tregua. Pedro nos ha llevado en volandas y no nos dejaba pasar un relevo, el tío se quiere dar candela para coger lo antes posible la forma física.
La subida a Sorzano la hemos hecho a marcheta rápida y no sé qué extraña relación tiene esa subida con Andoni GT, que últimamente cuando empieza la subida se borra. Desde Sorzano nos hemos tirado hacia Logroño con el viento de cara y con mucho frío. Parece mentira que ayer a la misma hora hubiera 30 grados y hoy apenas 13 grados. Con el frío en el cuerpo hemos llegado a Ferrer Sport Center, hemos guardado las bicis y a estirar para que las piernas estén óptimas para la carrera del sábado.
Os muestro las fotitos de hoy.
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