domingo, 28 de abril de 2013

V Cross Popular Trofeo Rector 2013

Son las 10 de la mañana, todavía tengo la tripa llena del pedazo chuletón que me tomé ayer. Ni siquiera desayuno y me voy dirección a la Universidad de La Rioja para iniciar los preparativos de la carrera. Llego a la salida y me encuentro con mucha gente conocida. Voy a la zona de inscripciones y allí me reúno con mi padre. Ahora le está dando por correr todas las carreras populares, está hecho un chaval a sus 65 años.

Cojo el dorsal, dejo la mochila, me pongo la ropa con la que voy a correr y me dirijo haca la zona de salida. Una vez allí, me meto en el circuito y me doy una vuelta entera para tener claro el recorrido. Mientras lo reconozco veo lo duro que es. Es un circuito muy técnico, con sube y bajas y muchísimas curvas de 180 grados, es decir, una matada de circuito.

Dan la orden de salida y todos los corredores nos dirigimos hacia ella. Ya en la línea me encuentro con muchos atletas de origen marroquí y muchos de los asiduos atletas riojanos. Me pongo en primera línea de salida, estoy súper motivado para intentar hacer una buena carrera. Dan el pistoletazo de salida y salgo como un rayo. Me pongo en primera posición y marco el ritmo desde el principio. Me encuentro bien, no miro atrás y todavía no hay nadie que haya intentado pasar a dirigir la carrera. Voy camino de la primera vuelta, sigo primero y decido mirar atrás, se me hace raro que nadie haya pasado a relevarme. Mi sorpresa es que voy solo junto con un atleta de origen marroquí y ya muy lejos de nosotros viene Eric, un duatleta que está en plena forma.

Vamos hacia la segunda vuelta, todo sigue igual. Yo sigo tirando y mi a acompañante no ha asomado el morro para nada, pero mis sensaciones son muy buenas. Las posiciones están más que marcadas y mi sensación es que por detrás es imposible que nos cojan. Damos la tercera y la cuarta vuelta y por fin nos dirigimos por última vez a la meta. Comienza la estrategia de carrera. Mi acompañante no ha pasado ni un relevo y la distancia con el tercer clasificado es muy amplia. Decido bajar el ritmo de carrera para intentar atacar en un repecho que hay a 500 metros de meta. Así es, llego al repecho e intento subirlo con todo lo que tengo. Mi acompañante me sigue ningún problema y, cuando finalizamos el repecho, me lanza un ataque al que yo no puedo responder. Sólo quedan 150 metros y se me ha ido lo suficiente para no poder alcanzarlo.

Cruzo la meta en segunda posición y, la verdad, lo hago con una sonrisa en la cara. No he podido ganar pero estoy contento porque hoy sí que he estado en toda la pomada. Mientras, espero a ver cómo llega mi padre, lo hace con 50 minutos. Menuda pasada!!!! Un bravo para mi padre. Me cambio y llega el momento dulce del día, la entrega de trofeos. Subo a recogerlo con mi sobrina y mi hijo. A ver si esta semana, después de los dos días de descanso que me he pegado, entreno fuerte y el próximo domingo puedo estar cerca de la victoria.

Para los que tengáis interés, os dejo las clasificaciones de la carrera AQUÍ.









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