lunes, 19 de mayo de 2014

Carrera valle del iregua

Llevaba toda la semana con las tripas malas y con una sensación de vacío de las que pocas veces había tenido.
La carrera era el sábado por la tarde y como no me veía del todo bien decidí salir por la mañana a soltar un poco las piernas y ver las sensaciones que tenía.
La prueba no fue del todo mal ya que tuve unas sensaciones sino buenas no malas y eso ya me dio  moral para la tarde.
Así que después de mis 50 minutitos de trote cochinero por la mañana, comí un poco de pasta y ensalada y vi la etapa del giro de Italia mientras hacia tiempo para ir a Albelda.
A las 17:15 carretera y manta y dirección a Albelda ya que a las 18h teníamos que coger el autobús que nos llevaría hasta Villamediana.
En Albelda había quedado con mis hermanos y con súper Camilo que estaba súper motivado ya que la carrera llegaba a su pueblo.
Nos montamos en el autobús que iba completamente lleno y nos dirigimos a Villamediana. En el viaje pudimos compartir historias, eso si breves, con todos los runners que teníamos el mismo objetivo, pasadnolo bien.
Ya en Villamediana nos dirigimos a calentar y no se que extraña sensación de malestar comenzó a rondar mi cuerpo que a los 10 minutos de trotar comencé a sentirme raro y sin ganas de correr.
Intenté calentar un poco más pero me fue imposible y 5 minutos antes de la salida estaba andando de un lado para otro intentando que mis piernas comenzaran a sentir las ganas de correr.
Nos llaman a la salida y ya estamos todos, Camilo! mis hermanos y un montón de runners dispuestos a darlo todo.
Dan la salida y algo tengo claro, o me olvido de todo y me meto en materia o me voy para casa.
Nos dirigimos hacia la primera curva a izquierdas y Camilo y yo ya nos hemos puesto en cabeza y mis sensaciones de malestar se van como si nunca hubieran estado.
Callejeamos por el pueblo, que esta lleno de gente, y miro al reloj y vamos a 3:10 min/km.
Comienza una bajada que nos lleva hasta la rotonda de salida hacia Alberite y la hacemos a toda velocidad.
Me comienzo a encontrar bien y eso es muy buena señal. Comienza la recta entre Villamediana y Alberite y Camilo y yo nos ponemos en paralelo marcando un ritmo muy alto pero cómodo que nos va haciendo abrir una brecha enorme con nuestros perseguidores.
Hacemos toda la recta totalmente concentrados y con el objetivo de seguir aumentando la diferencia para hacer el resto de la carrera más cómodos.
Llegamos a Alberite y comienza la subida. La primera parte la hacemos juntos pero en la segunda parte de la subida, Camilo sigue con un ritmo endiablado al que decido no responder y quedarme con un ritmo más pausado que me permita hacer la segunda parte de la carrera más cómodo y con fuerzas.
Al finalizar el repecho Camilo se me ha ido como unos 25mts, una distancia prudencial que me permite tenerle como punto de referencia.
Al mirar atrás ya no veo absolutamente a nadie y me hace relajarme un poco.
Comienzan los toboganes que nos van a llevar hasta Albelda y mi único objetivo es seguir teniendo el punto de referencia en Camilo ya que eso me dice que estoy llevando un buen ritmo.
Estos últimos kilómetros me esta saliendo bien, mi ritmo no baja y tengo fuerzas.
Ya veo Albelda, encamino la recta del pueblo, giro a la derecha, otro giro a la izquierda y recta de metal miro el crono y marca 32:30, ya se que voy a bajar de sobra de 33 y me da doble motivación.
10 mtrs antes de cruzar la meta parece mi príncipe, mi hijo Lucas. Ya me da igual lo de bajar de 33 minutos, me paro, lo cojo y me lo llevo a aúpas y los dos juntos cruzamos la línea de meta.
Que más se puede pedir??????? Pues que ojalá tendría muchas veces estas sensaciones de FELICIDAD, que grande sería la VIDA!!!!!

Aquí os dejo las fotitos 
















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