Todavía me estoy preguntando el porque de ir a correr un cross a estas alturas cuando tenía más que perder que otra cosa. Mi cabeza es así manda y ordena y no hace caso al cuerpo y luego pasa lo que pasa. Llevaba unas semanas de mucha acumulación de kilometros y de mucha intensidad y esto sumado a correr por un terreno irregular con saltos y curvas han hecho que me lleve para casa una lesión , y lo peor de todo, con muy mala pinta.
Ahora sólo me queda esperar, descansar y rezar porque esto no me dure mucho y en menos de lo que espero estar dando guerra y ojalá no me hagan perdérme la gran ilusión de corer la maratón de Sevilla.
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