La verdad es que cuando me he puesto a correr mi primera intención era dar la vuelta al parque de La Grajera pero a los cinco minutos de salir mis sensaciones eran tan buenas que me he ido directamente al monte de la Pila. Pues sí, he comenzado la ascensión vertical y mi corazón y mis piernas iban perfectas. Una vez arriba he inmortalizado el momento con una gran foto.
Pocos pueden alardear de subir al monte la pila un día 5 de Agosto con 35 grados a la sombra, pero el que lo intente que lo haga perfectamente equipado para que no tenga problemas,
Una vez en la cima he comenzado el descenso y la ruta de subí y bajas rodeando el campo de golf.
Gran día de sensaciones y de disfrute del running al aire libre
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